Francy Sulgey Cuevas fue la primera de su familia en estudiar en la universidad. Tiene casi la mitad de su vida dedicada a la tecnología y la docencia. En la naciente UNC le ha tocado una singular faena: sorprender a los estudiantes, no con las nuevas tecnologías sino con las de hace tres décadas.
Especialista en Tecnología y docente, esta tachirense nacida en 1974, con más tiempo residiendo en Caracas que en su natal San Cristóbal (su madre y abuela se la trajeron cuando apenas tenía siete años) es la jefa de la Unidad Multimodal, un área clave de la Universidad Nacional de las Ciencias «Dr. Humberto Fernández-Morán». Allí, el uso de la tecnología es primordial para la enseñanza y el aprendizaje.
“La Unidad Multimodal le facilita al estudiante e investigador de la UNC las herramientas tecnológicas para acompañar su proceso de formación”, explica Cuevas. “En todas partes está presente la tecnología”. Y como un ejemplo dentro de esta casa de estudios menciona el microscopio que usarán los estudiantes de la carrera de Biología y Química Computacional. “Es un equipo tecnológico que deberán conocer y aprender a manejar”.
Cuevas también es responsable del módulo Herramientas Tecnológicas, uno de los cuatro cursos del introductorio que se dicta en la actualidad en la UNC. En las primeras clases los instrumentos informáticos dejaron con la boca abierta a estos jovencitos: frente a ellos tuvieron los equipos que se usaban en los comienzos de la carrera de esta especialista en Tecnología, que fue a comienzos de los años 90.
“Las primeras clases fueron muy dinámicas porque se mostraron las herramientas tecnológicas que se usaban en esa época. Los jóvenes se sorprendieron”, comenta. Explica que parte de esa actividad consiste en enseñar que hoy existen instrumentos digitales más avanzados, y que la tarea de la Unidad Multimodal de la UNC es acompañarles en el proceso de apropiarse de la tecnología durante su aprendizaje.
Acude a un ejemplo sencillo: “Antes usábamos un cuaderno como agenda. Hoy existen aplicativos que puedes bajar en el teléfono, la tablet o computadora, con los que puedes desde llevar tu agenda personal y hasta elaborar proyectos”, dice con su cantado andino que se le escapa al hablar.
La primera profesional de la familia
Cuevas, quien también es coordinadora del Área de Desarrollo de Sistemas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) fue pionera en su familia en cuanto a estudios superiores: “Fui la primera de mi grupo familiar que logró llegar a la universidad. Y de ahí en adelante varios primos se interesaron en estudiar y se graduaron, unos en Ingeniería en Sistemas y otros en Técnicos Superiores Universitarios en Informática”. Más que pionera, fue una inspiración para sus primos, sobre todo para los que se decidieron por la Informática.
Criada por su madre y abuela, la curiosidad de Cuevas por la computación y la tecnología inició con un curso de mecanografía que hizo a comienzos de la década del noventa. “Se usaban computadoras como terminales para escribir, y los programas se ejecutaban desde disquetes. Ahí me picó el gusanillo de la tecnología y seguí y seguí”.
Así que, recién salida del bachillerato se fue directo a estudiar el TSU en Informática en el Instituto Universitario de Caracas, estudios que amplió posteriormente al sacar su licenciatura en Informática en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y luego su profesorado en Informática del Instituto Pedagógico Monseñor Rafael Arias Blanco. Más tarde prosiguió con su especialización en Gerencia de Tecnología de Información.
Todos estos conocimientos no solo los puso en práctica como coordinadora, gerente o directora del área de tecnología de las empresas de productos farmacéuticos y de salud del Estado en las que trabajó a lo largo de su carrera, sino también los ha llevado a las aulas como docente.
Entre los proyectos en los que orgullosamente recuerda haber participado se encuentra el de los Almacenes Robotizados de la empresa ZTE, que consistió en elaborar una plataforma tecnológica desde donde se pudieran enlazar los almacenes con los hospitales para que, una vez llegasen los requerimientos de insumos como medicamentos, el despacho se realizase de forma automatizada.
Así, se crearon los almacenes Jipana, en el estado Miranda; Mariri, en Barinas; Pusana, en Lara; y Paye, en Anzoátegui.
También, cuando la pandemia de Covid-19, Cuevas participó junto a un equipo en la creación del programa tecnológico que ayudó a la distribución de las vacunas.
Los futuros científicos
Aunque en sus planes no estaba participar en el proyecto de la UNC, aceptó ser parte del equipo creador del programa de esta universidad por su experiencia en esa tarea. Cuevas trabajó en el plan curricular de educación de adultos nocturnos, así que buscó tiempo y se anotó. “Luego el proyecto fue creciendo más y más, y aquí estoy”.
Entre sus tareas cumplidas estuvieron la construcción de las mallas curriculares de la licenciatura de Ciencias de Datos, de las carreras de Ingeniería en Inteligencia Artificial y de Ingeniería en Ciberseguridad; y colaboró con el de Ingeniería en Robótica y Automatización.
Luego pasó a la elaboración de la estructura de los contenidos de las materias de estas carreras y a la creación de la estructura del módulo de Herramientas Tecnológicas para este primer curso introductorio de la Universidad de las Ciencias.
“Hay estudiantes que preguntan para qué les sirve aprender ciertos contenidos, y si les servirán al salir al campo laboral, y eso solo se puede responder cuando tú como profesor tienes experiencia profesional”, señala. Explica que en su método de enseñanza la teoría y la práctica, que solo se puede impartir con la experiencia, están estrechamente ligadas, “y eso le crea al alumno una curiosidad mayor de hasta dónde puede llegar”.
–¿Tu vida gira en torno a la tecnología?
–La tecnología y el método nos ayudan en todo lo que hacemos. Un proceso tan sencillo como lo puede ser la elaboración de una receta, para que quede bien debe cumplirse con un procedimiento estricto de mezclar primeros unos ingredientes y luego otros. Soy muy metódica al momento de cocinar.
–¿Y cocinas bien?
–Sí, muy rico.
La Inventadera



