El Programa Antártico Venezolano surgió en 1999, a través de la política visionaria del Comandante Hugo Chávez. Actualmente mantiene un papel clave en la investigación y conservación de los océanos y la Antártida.
Este programa está adscrito al Centro de Oceanología y Estudios Antárticos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y tiene como fin involucrar a toda la población en el cuidado del ambiente marino y la preservación de los ecosistemas del continente blanco.
«Trabajamos los océanos y la Antártida, es por ello nuestra motivación, porque esta información de todo lo que nosotros realizamos en nuestro medio ambiente marino costero y todo lo que se hace en la Antártida pueda llegar a toda la población, desde los más pequeños hasta los más adultos», indicó Helga Handt Delgado, investigadora del Laboratorio de Estresores Marinos y coordinadora científica del Programa Antártico Venezolano.
La especialista indicó que, posterior a la creación del programa, Venezuela firma el Tratado Atlántico y lo ratificó en el año 2001. Asimismo, en 2014 se suscribió el Protocolo de Madrid, siendo una línea estratégica para cuidar y preservar las costas venezolanas, océanos y la Antártida.
Una de las principales actividades que se promueven desde el programa es la Ruta Oceánica y Antártida, diseñada para acercar la ciencia y la exploración a las nuevas generaciones.
En esta ruta, los visitantes comienzan su experiencia en la sala de exposiciones, donde se presentan cuentacuentos, entre los que destaca una versión del cuento Un osito polar perdido en la Antártida.
«Bien sabemos que en la Antártida no hay osos, pero precisamente es para marcar esas diferencias de por qué no hay osos en la Antártida», indicó la especialista al tiempo que agregó que para los más pequeños también se realizan sesiones de artes.
Los más grandes, por su parte, tienen la oportunidad de participar en actividades prácticas en los laboratorios del centro, donde se investigan temas como las técnicas de química marina, la valorización de los recursos marinos, los estresores marinos y el modelado oceánico.
«Les vamos explicando y vamos haciendo prácticas, donde los chamos se involucran de las actividades y pueden aprender más de lo que realizamos en el día a día», manifestó.
Hasta la fecha, esta ruta ha abordado a más de mil estudiantes que han visitado el centro de investigación, así como también se mantiene un estrecho trabajo de colaboración con diversos países durante las campañas científicas en la Antártida.
La doctora Handt resaltó la importancia de la sensibilización temprana y afirmó que esta ruta es esencial para crear conciencia en la población, debido a que con estas actividades, los niños, niñas y jóvenes «se involucran, crean ese sentimiento de pertenencia de lo que tenemos, de qué tan majestuosos y magníficos son nuestros océanos y la Antártida, lo sensibles y vulnerables que son a los efectos del cambio climático».
«Esto es como la semilla para que se replique la información de que debemos cuidar y preservar nuestro medio ambiente», puntualizó.
Con el Programa Antártico Venezolano y la Ruta Oceánica y Antártida se continúa el compromiso de educar y sensibilizar a la población sobre la importancia de la conservación de los océanos y el impacto de la crisis climática.
«Haciendo ciencia, creamos conciencia», concluyó.
Para poder participar en estas actividades, las escuelas y liceos pueden contactar, para solicitar visitas, el centro a través de Oficina de Sociabilización del IVIC en su correo electrónico osccivic@gmail.com.
Mincyt/Prensa/AE/Fotografías: AA








