Por: Gabriela Jiménez Ramírez
A principios de noviembre, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, alertó sobre el rápido desarrollo de China en la carrera de Inteligencia Artificial (IA) de próxima generación y pidió a Washington acelerar esfuerzos.
«China va a ganar la carrera de la IA», afirmó el ejecutivo. Pero esta competencia va más allá de Silicon Valley y Shenzhen; también se desarrolla en las universidades chinas.
La Universidad de Tsinghua acumuló 4.986 patentes de IA y aprendizaje automático entre 2005 y finales de 2024.
El campus, ubicado en Beijing, obtuvo más de 900 patentes solo el año pasado, cifra que supera el número combinado de patentes del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Stanford, Princeton y Harvard durante el mismo periodo.
El servicio de análisis de datos LexisNexis señaló que la nación asiática representa más de la mitad de todas las familias de patentes activas a nivel mundial en IA y aprendizaje automático.
Esta misma casa de estudios cuenta con más artículos de investigación sobre IA entre los 100 más citados que cualquier otra institución.
Aun así, Estados Unidos ostenta las patentes de IA más influyentes, y Harvard y el MIT se sitúan constantemente por delante de Tsinghua en cuanto a la influencia de las patentes.
La cuota de China en los investigadores de IA de élite del mundo (el 2% superior) aumentó del 10% en 2019 al 26% en 2022. La cuota de Estados Unidos cayó del 35% al 28% durante el mismo periodo, según la Fundación de Tecnología de la Información e Innovación.
El exprofesor de Harvard, Jun Liu, que se incorporó a Tsinghua este año para dirigir el nuevo departamento de estadística y ciencia de datos de la universidad, declaró a Bloomberg que «hay mucho entusiasmo por la IA y el aprendizaje automático en los ámbitos gubernamental, industrial y académico».
«La atracción de talento en IA se debe al capital y al apoyo del gobierno chino a la investigación científica, incluyendo la IA y áreas relacionadas», sostuvo.
La Cantera de IA
China consolida una enorme cantera de inteligencia artificial, que no comienza en la universidad, sino desde la primera infancia.
Las escuelas de la capital china implementaron al menos ocho horas de instrucción en IA por año académico, abarcando temas como el uso de chatbots y otras herramientas. Este enfoque ha ayudado a la nación a impulsar una gran fuerza laboral.
En Venezuela, el Gobierno Bolivariano promueve una agenda científica que motiva a los estudiantes desde edades tempranas a interesarse por las áreas científicas, con el objetivo de resguardar el talento de la nación y el desarrollo del sector.
Además, se ha impulsado una política en inteligencia artificial desde el Programa Nacional Semilleros Científicos hasta el nivel universitario, a través de la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán.
Del mismo modo, se trabaja en normativas como el proyecto de Ley en Inteligencia Artificial que discute la Asamblea Nacional para el desarrollo y uso de la herramienta en el país, además de un plan general, asegurando el cumplimiento de principios éticos y derechos fundamentales.
