La agenda de trabajo de la delegación de Venezuela para ampliar las relaciones estratégicas en materia de ciencia y tecnología, continúa este martes en la ciudad de Shenzhen, República Popular China. Esta delegación es liderada por la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, en compañía del viceministro para el Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, Raúl Hernández, y la viceministra de Investigación y Generación del Conocimiento Científico, Carmen Virginia Liendo. En su canal de Telegram, la ministra escribió: “Llegamos a Shenzhen, una de las ciudades más importantes del mundo en las últimas décadas en materia de ciencia y tecnología, y reconocida por ser una zona económica pionera”. La ministra Gabriela Jiménez Ramírez agregó que esta visita es “una oportunidad estratégica para el fortalecimiento de las relaciones bilaterales que mantenemos con la hermana República Popular de China y el impulso del desarrollo nacional”. En esta importante ciudad, la delegación fue recibida por Gu Ting, vicepresidente Ejecutivo de la Asociación del Pueblo de Shenzhen para la Amistad con el Extranjero. “Durante nuestra estadía en Shenzhen ampliaremos nuestra agenda de trabajo con el propósito de fortalecer el desarrollo de Venezuela, especialmente en las áreas de la ciencia, la tecnología y la educación”, explicó y recordó que Venezuela continuará “avanzando con visión de futuro y compromiso con el bienestar de nuestro pueblo”, expresó. Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, y de China, Xi Jinping, mantienen una gran alianza de trabajo y respeto que se impulsa con la Asociación Estratégica a Toda Prueba y Todo Tiempo, para ampliar políticas en materia de comercio, ciencia, tecnología, agricultura, educación, entre otras áreas esenciales para el bienestar de ambas naciones. Mincyt / Prensa: VG/ Fotos: AAF.
China | Países del mundo analizan avances para una gobernanza global sobre IA
Este sábado, la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología de Venezuela, Gabriela Jiménez Ramírez, participó en la Conferencia Mundial de IA 2025 y la Reunión de Alto Nivel sobre Gobernanza Global de IA, que se realiza en la ciudad de Shanghái, República Popular China, con la presencia de más de 40 países. En declaraciones al canal teleSUR, comentó que este encuentro permite analizar las políticas que se deben generar para el desarrollo de las nuevas tecnologías, entre ellas la Inteligencia Artificial, teniendo en cuenta sus aportes y principales retos éticos para la vida. Al respecto de las propuestas realizadas desde hace varios años por el gobierno de la República Popular China de avanzar hacia una gobernanza global de la IA, la también vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, manifestó que para lograrlo es necesario avanzar hacia la democratización del conocimiento. Puso como ejemplo, que el gigante asiático presentó en este encuentro una plataforma compartida en Inteligencia Artificial para la atención de desastres naturales, lo que es esencial para atender situaciones de contingencia de los pueblos afectados por estos fenómenos, aún más cuando el mundo vive una nueva realidad climática. “Parte de la construcción de la solidaridad no pasa solo porque es un elemento tecnológico, sino es un tema de construcción de comunidad, de un conocimiento compartido y de construir la complementariedad necesaria para que la ética premie el ejercicio de la vida», sostuvo. Mencionó que la ciencia y la tecnología son un territorio en disputa, donde es necesario abogar por datos y estándares abiertos para que “todos los pueblos tengamos acceso. Nos estamos enfrentando hoy a la construcción de un nuevo modelo civilizatorio potenciado por la ciencia y la tecnología”, refirió. Además, recordó que hace tres años, los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), suscribieron un acuerdo de ciencia abierta destinado a potenciar las capacidades en materia de ciencia de los datos en Inteligencia Artificial y, adicionalmente, los países miembro de la ALBA-TCP crearon y aprobaron la constitución de un Centro de Investigación en Ciencia e Inteligencia Artificial que permita potenciar las capacidades regionales. “Para América Latina y el Caribe tenemos un desafío formar 2 millones de profesionales al 2030, que puedan promover el desarrollo de capacidades propias, la gestión de la infraestructura tecnológica, la planificación de las plataformas que requerimos desde la educación, la salud, el transporte, las finanzas, pero que sobre todo contribuya a la paz y al desarrollo equitativo y justo de nuestros pueblos”, ratificó. Mincyt/ Prensa: VG / Fotos: AF.
Raúl Cedeño: El mejor momento para aportarle a la Universidad
Doctor en Química y especialista en Proteómica, este carupanero con casi quince años dedicados a la investigación es el jefe de la Unidad de Planificación para la Formación Continua de la Universidad Nacional de las Ciencias “Dr. Humberto Fernández-Morán”, un área en la que recae la responsabilidad de escoger los mejores perfiles de profesores para las carreras que se dictarán en esta casa de estudios, así como velar por su formación continua a través de talleres que garanticen dotarlos de todas las capacidades docentes para cumplir con éxito su trabajo con los estudiantes. –¿Cómo llegas a la Unidad de Planificación para la Formación Continua de la UNC? –Yo llego a esta Unidad básicamente porque participé en la creación de la malla curricular de la carrera de Biotecnología. Al pertenecer al Centro de Biotecnología Agrícola del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) éramos los más indicados para aportar en la creación del programa y materias de esta carrera. Estuvimos trabajando más de dos años tanto en la licenciatura de Biotecnología como en la maestría y el doctorado. Este trabajo me permitió aportar también en programas de otras carreras y llego aquí (a la Unidad) para formar parte de la planificación y la calidad docente. La responsabilidad dentro de esta unidad implica desde poder tomar la decisión en cuanto a los perfiles de los profesores, que sean los más adecuados; desarrollar talleres de formación para los profesores; hasta la creación de horarios en la universidad, asignación de aulas, preparar el curso introductorio universitaria y del primer año de carrera. Esta es una unidad que impacta no solamente al docente sino también al estudiantado. Apagando incendios pero en la química Cedeño, nacido en 1988, asegura estar a sus 37 años en el mejor momento para aportar todas sus capacidades a la universidad. Tuvo sus primeros contactos con la química a los 9 años de edad con un juego que le regaló su padre. “No sabía mucho de esta ciencia, pero tenía curiosidad, y este juego de experimentos sencillos de química para niños me enamoró”, relata. Desde muy temprano el primogénito de seis hermanos decide no continuar con la dinastía de comandantes de bomberos que iniciaba en su familia paterna, y se sumerge en este mundo de la ciencia. “Mi experiencia con química en bachillerato fue muy buena. Siempre tuve muy buenas calificaciones. Y mis profesores, al verme tan interesado, me impulsaban a que me vinculara a una carrera científica”. Por esto, al tener que escoger sus opciones de estudios al momento de presentar la Prueba de Aptitud Académica del Consejo Nacional de Universidades (CNU) la tuvo fácil: Química, Física y Bionálisis en la Universidad de Oriente, en su sede de Cumaná. Para su sorpresa queda en su primera opción, la licenciatura en Química, y, al terminar el bachillerato se va directo a estudiar. Cedeño recuerda esta etapa universitaria como una de las mejores de su vida. A los 23 años de edad se gradúa con uno de los mejores promedios y es convocado por las autoridades universitarias para impartir clases en dos de las materias del primer año de esta carrera: Química I y Química II; pero al año de estar ahí decide que es momento de hacer su postgrado y se muda a los Altos Mirandinos para hacer su doctorado en Química en el Centro de Química del IVIC. “Una experiencia muy diferente a la universidad”, acota. “Un instituto enfocado en la investigación, y docentes con mucha calidad humana”. Así, este joven de Macarapana, su pueblito amado siempre verde, bendecido por su río El Chuare y de gente muy alegre, recuerda su paso por el doctorado. –¿Qué es la Proteómica y cuáles son las líneas de investigación que están a tu cargo en esa Unidad? –La Proteómica es el estudio de las proteínas en gran escala. Anteriormente, en la bioquímica clásica, el estudio de las proteínas era puntual. Se aislaba una proteína y se realizaba la secuenciación compleja de esa proteína, pero eso tenía algunas implicaciones. La proteómica vino a rescatar la era moderna de las proteínas con las ómicas, áreas que están englobadas dentro de la biología de sistemas, donde se involucran el estudio de los genes, el estudio de los transcriptos, de las proteínas y metabolitos. “En esta Unidad, única en el país, contamos con una infraestructura muy avanzada en donde se conservan proteínas, se presta soporte instrumental y servicios. Todos nuestros proyectos apuntan a aportar y apoyar a los demás laboratorios de investigación. En la actualidad trabajamos con el Laboratorio de Sanidad Animal, con el de Mejoramiento Genético de Plantas y con el de Nutrición y Alimentación Animal. En el Laboratorio de Nutrición y Alimentación Animal, por ejemplo, está en marcha una investigación para identificar y categorizar proteínas de leche de cabra. La línea va en producir nuevos alimentos funcionales con características interesantes para el consumo humano”. –¿Cómo evalúas esta etapa actual de tu carrera? –Yo creo que estoy en el mejor momento de mi carrera. Soy investigador del IVIC, jefe de un laboratorio y ahora soy parte de la Universidad Nacional de las Ciencias. En este momento quiero aportar a la universidad todo lo que pueda de mi capacidad. Veo a estos chamos que llegan a la UNC y me reflejo en ellos cuando mis comienzos en la Universidad de Oriente y el IVIC. Con muchas emociones. Me da mucho sentimiento porque uno se refleja en un joven con aspiraciones, que quiere hacer cosas. Prensa – La Inventadera
Trabajo Especial: Ética en la Inteligencia Artificial: Retos y oportunidades en la Universidad Nacional de las Ciencias
La Inteligencia Artificial (IA) se desarrolla aceleradamente en el mundo y es reconocida como una avanzada tecnología con el potencial de generar soluciones y transformar sectores como la salud, la educación, la agricultura y la industria, mejorando la calidad de vida y la productividad de las naciones. Sin embargo, también conllevan desafíos en la formación de profesionales éticos y en la mitigación de riesgos como la desinformación, la suplantación de identidad o el uso indebido de algoritmos. Estos dilemas globales exigen marcos éticos y regulatorios sólidos. En este contexto, instituciones como la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC) asumen un papel fundamental, al ofrecer programas académicos de vanguardia que forman ingenieros en Inteligencia Artificial con conciencia social, pensamiento crítico y compromiso con el desarrollo sostenible del país. Multidisciplinariedad y pensamiento crítico en la formación en IA En respuesta a los desafíos tecnológicos contemporáneos, la UNC ofrece la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial, la primera en su tipo en Venezuela. A través del programa de cuatro años, el estudiante desarrollará un amplio conjunto de habilidades, tales como: dominio del lenguaje de programación, desarrollo de modelos matemáticos y estadísticos, diseño e implementación de algoritmos de inteligencia artificial, análisis de datos, entre otros. Una vez culminada la formación el egresado estará en capacidad y responsabilidad de utilizar la IA para diseñar y desarrollar sistemas inteligentes, automatizar procesos, crear aplicaciones, asistentes virtuales, así como explorar nuevas técnicas y aplicaciones de la IA en diferentes áreas del conocimiento humano. Desde el inicio de la carrera, los estudiantes reciben una formación multidisciplinaria y humanista, orientada al desarrollo de un pensamiento innovador con compromiso social y ética profesional. En la práctica, la UNC alinea su currículo con los motores productivos del país y con la visión de construir conocimiento propio, endógeno, para reducir la dependencia tecnológica externa, reforzando así una formación ética, sensible desde el punto de vista social y del conocimiento. IA, ética y soberanía digital La IA plantea preguntas fundamentales: ¿qué tan transparentes son los algoritmos? ¿Cómo proteger los datos personales? ¿Qué sesgos afectan las decisiones automatizadas? En Venezuela, además de estos desafíos, se prioriza el tema de la soberanía tecnológica y de datos. La Ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), Gabriela Jiménez Ramírez, afirma que se debe superar el carácter predominantemente transterritorial de las IAs. Explicó que “el deber es que, si los datos son venezolanos, la residencia de los datos debe ser Venezuela, para eso hay que tener los servicios, el alojamiento y una cantidad de instituciones aglutinadas para garantizar el derecho digital de los ciudadanos”. Ante esta situación, resalta la también rectora de la UNC, la importancia de la propuesta de Ley de Derechos Digitales y la futura Ley de Inteligencia Artificial que apuntan hacia una IA ética, humana y soberana. Opina que con estos instrumentos legales, Venezuela se posiciona a la vanguardia de la regulación ética y moral del uso de datos y tecnologías emergentes. Asimismo, recuerda que no todo lo que se ve en Internet es veraz, por lo que es urgente desarrollar una cultura científica crítica, ética y regulada. Para la UNC, estos valores no son opcionales, sino principios fundacionales. La IA se posiciona como una herramienta esencial en diversos sectores en los que ofrece importantes aportes como en la salud, para el diagnóstico y prevención de enfermedades, en la agricultura, facilitando el análisis de condiciones climatológicas, en el sector educativo, permitiendo la personalización de los programas de estudio, adaptándolos a las necesidades y circunstancias específicas de cada estudiante. Para apuntalar el uso y desarrollo de la IA, además del marco legal, Raúl Hernández, viceministro para el Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación del Mincyt describe los tres pilares que sustentan el denominado Plan Nacional de Inteligencia Artificial: formar talento especializado local, contar con infraestructura de cómputo propia y participar en iniciativas conjuntas de la región. Enfatizó que en esta hoja de ruta, las iniciativas y el esfuerzo del gobierno nacional buscan “hacer un uso humano, hacer un uso soberano de la inteligencia artificial”. En este sentido, la UNC y otras instituciones promueven una formación ética y cultura científica con principios arraigados en el bienestar y desarrollo. Tal como resalta la rectora la IA no es solo una cuestión de tecnología avanzada, sino una puerta hacia la equidad y la inclusión social. Cooperación internacional y soluciones con sello nacional La UNC forma parte de un esfuerzo nacional más amplio mediante la construcción de soberanía tecnológica desde América Latina, así como la colaboración con países del ALBA-TCP y los BRICS muestran el interés de Venezuela en desarrollar una IA soberana y segura. En este orden de ideas, la UNC está consolidando una activa participación en redes académicas internacionales (ALBA, Caribe, México, etc.) para el intercambio de saberes y la formación de recursos humanos en diversos ámbitos de la ciencia y tecnología, en especial, la IA. Desde esta base, la UNC busca desarrollos con impacto territorial y social, y formar científicos e innovadores con compromiso ético capaces de contribuir al bienestar y al aporte de soluciones que contribuyan a la transformación social, económica y tecnológica del país y la región. La ética como base del futuro tecnológico La IA debe estar dirigida a potenciar el desarrollo económico y social de los países, de allí la importancia de invertir en infraestructura y educación es un desafío y una “oportunidad histórica”. En medio de esta coyuntura, la ministra Jiménez resalta las políticas públicas que adelanta el Presidente Maduro Moros orientadas al “uso y manejo de las nuevas tecnologías en esta Era Digital, para apalancar el desarrollo y crecimiento del país, en beneficio del pueblo venezolano”. En este sentido, la carrera de Ingeniería en IA de la UNC abre nuevas posibilidades para los jóvenes venezolanos y latinoamericanos y representa una plataforma única para formar profesionales con identidad nacional, visión global y compromiso con la transformación social. En un mundo donde los algoritmos toman decisiones que afectan la vida de millones, la UNC
La juventud científica hace presencia en la Universidad Nacional de las Ciencias
La Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC) abrió sus puertas para recibir a 300 estudiantes de diferentes instituciones educativas del país que participaron en la Primera Olimpiada Venezolana Juvenil de Ciencia como parte del programa de itinerario de formación y acercamiento al mundo científico. La representación de estudiantes fue recibida por autoridades académicas de la UNC y del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), quienes coincidieron en destacar el papel protagónico que la juventud tiene en la construcción del futuro científico del país. La viceministra para la Comunalización de la Ciencia para la Producción y responsable del Programa Nacional Semillero Científico del Mincyt, Damarys Hernández, al dar la bienvenida a los jóvenes expresó que la sede de la UNC es un espacio emblemático al señalar que “aquí nació también una historia, la historia de mucha ciencia de nuestro país, y confiamos en que ustedes sigan siendo parte de esa historia”, al tiempo que subrayó el valor estratégico de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación, que dio origen a esta universidad. Más adelante, la viceministra indicó a los estudiantes que se espera con “mucho anhelo que formen parte de las próximas cohortes de científicos y científicas de relevo de nuestro país.” En su intervención, dejó en claro la importancia de este nuevo ecosistema académico al precisar que “esta universidad que está naciendo les promete un futuro compartido, que está en ustedes y en todo el conocimiento que podrán generar para Venezuela”. Mirada al futuro El profesor Pablo Pérez, Director de Registro, Control y Seguimiento de la UNC, ofreció una visión estructural del nacimiento de la institución, vinculándola directamente con las políticas impulsadas desde 2009 por el presidente Hugo Chávez y que posteriormente fueron consolidadas por el Presidente Nicolás Maduro Moros para preservar y desarrollar el talento científico nacional. Ante la audiencia recalcó que “la UNC es la expresión concreta del vértice número uno de esa misión: la siembra de talento científico, pero también responde al fortalecimiento de los espacios de investigación e innovación”. Asimismo, hizo referencia al trabajo que se realiza para consolidar la normativa académica, los reglamentos y circulares que sustentan el diseño curricular de esta novel universidad. La directora académica de la UNC, profesora Diana Castillo, fue enfática al afirmar que “esta es la universidad del semillero científico”. Aseguró que las instalaciones y la propuesta formativa están pensadas física, emocional y académicamente para que los jóvenes se preparen con las mejores competencias científicas que demanda el país y el mundo actual. En alusión al epónimo de la universidad y símbolo del desarrollo científico venezolano, planteó que “necesitamos a los próximos Humberto Fernández-Morán”. A su vez, reflexionó sobre la razón de ser de la institución al manifestar el deseo de que “estos espacios del IVIC, de la universidad, se llenen de ustedes, comprometidos con el país”. Concluyó diciendo que “para nosotros la verdadera enseñanza, es aquella donde todas y todas tenemos oportunidades”. Una experiencia transformadora En el marco de esta actividad, los jóvenes tuvieron oportunidad de explorar los espacios académicos y asistieron a una presentación del modelo curricular, guiados por el cuerpo de docentes de la UNC. Dicha presentación ofreció una introducción basada en la vida y legado del Dr. Fernández-Morán, así como una descripción de las novedosas carreras de la universidad, las modalidades de estudio, además de las amplias posibilidades de desarrollo profesional en los campos laborales disponibles. En este sentido, el profesor Raúl Cedeño puntualizó, que es “fundamental socializar esta información para que los estudiantes visualicen su futuro en la ciencia y conozcan el enfoque formativo e inspirador de la UNC.” Esta visita a la Universidad de las Ciencias Dr. Humberto Fernández Morán, además de impulsar el interés por el conocimiento, la innovación en la juventud, representó un importante encuentro entre generaciones: la que ha sembrado las bases y desarrollado la ciencia nacional y la que promete seguir recogiendo sus frutos. Prensa UNC / YA
Ministra Gabriela Jiménez Ramírez arriba a Shanghai para participar en la Conferencia Mundial de IA 2025
La ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, arribó este viernes a Shanghai, República Popular China, para participar en la Conferencia Mundial de IA 2025 y la Reunión de Alto Nivel sobre la Gobernanza Global de la Inteligencia Artificial. «Arribamos a Shanghai, en la República Popular China, para seguir afianzando las relaciones estratégicas de cooperación con el gigante asiático. Agradezco al cónsul general de Venezuela en la provincia de Shanghai Atilio Villasmil, con quién compartimos un grato encuentro», escribió la ministra Gabriela Jiménez Ramírez en su canal de Telegram. En referencia a la conferencia, cuyo tema es Solidaridad global en la era de la IA, la ministra Gabriela Jiménez Ramírez detalló que este evento reúne a representantes de más de 40 países, que fueron invitados por China, para debatir estrategias para una Gobernanza Global en el campo de la IA. La también vicepresidenta Sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud, recalcó que en Shanghai, cumplirá una agenda de trabajo «que permitirá a Venezuela avanzar en el desarrollo de nuevas tecnologías e inteligencia artificial». Recordó que, desde Venezuela, el presidente de la República, Nicolás Maduro, está comprometido en integrar la IA en la agenda nacional por lo que, actualmente, se debate en la Asamblea Nacional un proyecto de Ley de Inteligencia Artificial, así como se impulsa un plan nacional con respecto a este tema. «Recientemente, también suscribimos importantes acuerdos con la empresa Iflytek de China, referencia mundial en desarrollo e investigación de la Inteligencia Artificial», recalcó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez. En su publicación destacó la importancia que tiene la IA para el desarrollo de los países, no obstante, señaló que «en Venezuela priorizamos el desarrollo y crecimiento utilizando nuevas tecnologías con ética y para beneficio del pueblo». Mincyt/Prensa/AE/Fotografías: AAF
Vicepresidencia Sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud revisa agenda de trabajo
La Vicepresidencia Sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud revisó la estrategia para asistir a las comunidades afectadas por las recientes lluvias que han golpeado varias zonas del país. En su canal de Telegram, la vicepresidenta Sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, señaló que durante un encuentro, sostenido este martes, se evaluaron las medidas implementadas en los sectores de salud y ecosocialismo para atender a las comunidades afectadas. «Reconocemos que enfrentamos una nueva realidad climática, marcada por fenómenos extremos como lluvias abruptas y sequías, ante lo cual ratificamos nuestro compromiso de proteger a nuestro pueblo y a la Madre Tierra, en consonancia con los principios del Ecosocialismo y la justicia ambiental», expresó. La vicepresidenta sectorial estuvo acompañada de la ministra para la Salud, Magaly Gutiérrez. Durante la reunión también se discutieron los avances relacionados con los estudiantes que optan por entrar a instituciones educativas como la Universidad de las Ciencias de la Salud Hugo Chávez, la Universidad Popular del Ambiente Fruto Vivas y la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán, a través del Sistema Nacional de Ingreso (SNI). «Estas casas de estudio representan el sueño cumplido de una educación pública, gratuita y de calidad, que dignifica a nuestra juventud y fortalece la independencia científica y tecnológica de la Patria», afirmó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez. Por otra parte, desde la Vicepresidencia Sectorial se celebró la repatriación de migrantes venezolanos retenidos en El Salvador, víctimas de las políticas adoptadas por el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump. En su publicación resaltó que este esfuerzo humanitario fue posible gracias al liderazgo del presidente de la República, Nicolás Maduro, y subrayó que dicha acción refleja «la política de protección y defensa de los derechos humanos que impulsa la Revolución Bolivariana, garantizando el amparo de todos los venezolanos, sin importar las fronteras». La ministra Gabriela Jiménez Ramírez manifestó el compromiso del Gobierno Bolivariano de trabajar para la defensa de la soberanía de la Patria y por brindar la mayor suma de felicidad al pueblo. «Seguimos trabajando, con lealtad al legado de Chávez y bajo la guía del Presidente Maduro, para garantizar la mayor suma de felicidad posible a nuestro pueblo, defendiendo nuestra soberanía, dignidad y derechos humanos en todos los ámbitos», concluyó. Mincyt/Presa/AE/Fotografías: CR
Lo poco que se sabe del cerebro y la humildad científica
Por: Gabriela Jiménez Ramírez Recientemente, el neurocientífico Jonathan Benito lanzó una frase que quizá sea una provocación en el ámbito científico: «El mayor descubrimiento de la neurociencia es lo poco que sabemos sobre el cerebro». La afirmación la hizo durante el espacio La Fórmula Podcast, donde analizó cómo se forman los hábitos, el papel del efecto placebo y la conexión entre mente e intestino. También conversó sobre los límites de la ciencia, en este caso dejó claro que a pesar del avance científico, aún quedan preguntas sin responder, especialmente frente al órgano más complejo del cuerpo humano. Benito explicó que los hábitos son procesos ligados a la repetición. «Es una conducta que repetimos muchas veces y llega un punto en el que ya empieza a trabajar de forma semiautomática», indicó. En un primer momento, la acción es gobernada por el lóbulo prefrontal, que representa la toma de decisiones consciente. Después de interiorizarse llega a regiones más profundas como los ganglios basales, que automatizan la conducta. Comentó que los hábitos no se consolidan en los conocidos 21 días, sino que pueden requerir desde semanas hasta un año, dependiendo de la motivación y la complejidad del comportamiento. Descubrimientos de la neurociencia El investigador Jonathan Benito hizo una cronología sobre los avances y descubrimientos de la neurociencia y recordó que empezando el siglo XXI la comunidad científica estaba segura que próximamente se sabría todo sobre el cerebro. Sin embargo, la experiencia y el avance de la investigación le demostraron lo contrario: El mayor descubrimiento es lo que ignoramos, es que no tenemos ni la menor idea. Pese a los avances en la comprensión de las neuronas individuales y sus conexiones, el cerebro como red de 86 mil millones de neuronas sigue siendo un enigma. Fenómenos como la sincronización de ondas cerebrales entre madre e hijo durante la lactancia o la capacidad del cerebro para percibir el campo magnético terrestre, desafían los modelos actuales. «El desafío es entender un poquito cómo funciona el cerebro y la gran impotencia de no comprenderlo», dijo. Por otra parte, el especialista destacó la relevancia de las investigaciones actuales sobre la conexión entre intestino y cerebro y el bienestar emocional, señalando que los microorganismos pueden influir en la microarquitectura cerebral a través del nervio vago. Esta conexión mente-intestino abre nuevas rutas para entender la salud mental desde una perspectiva integradora. «Dentro de 15 o 20 años nos llevarán a un mundo completamente diferente», opinó. Jonathan también se refirió al efecto placebo y las sustancias que genera el cerebro. «Por mucho que lo hayas interiorizado, cada vez que me cuentan un nuevo ejemplo de efecto placebo me alucina», confesó sobre lo sorprendente del caso. Explicó que el organismo es capaz de generar sustancias como opioides endógenos y endocannabinoides, responsables de modificar la percepción del dolor, la alegría y el bienestar.Destacó el caso de la anandamida, una molécula cuyo nombre proviene del sánscrito y significa «felicidad». «Hay gente que tiene mutaciones en un gen que produce más anandamida y son personas notablemente más felices, que no se estresan y sienten menos dolor», afirmó Benito. La actitud ante la vida y la convicción personal, explicó, influyen en la liberación de estas sustancias relacionadas con el placer y la resiliencia emocional. «Cada vez que tú crees que algo te va a beneficiar, se genera de forma natural anandamida», aseguró. Frente a las reflexiones, Jonathan Benito dejó claro que la revolución no está en lo que sabemos, sino en lo que aún ignoramos. En este sentido, planteó la necesidad de una mayor humildad científica.
Francy Sulgey Cuevas: Inspirar para enseñar
Francy Sulgey Cuevas fue la primera de su familia en estudiar en la universidad. Tiene casi la mitad de su vida dedicada a la tecnología y la docencia. En la naciente UNC le ha tocado una singular faena: sorprender a los estudiantes, no con las nuevas tecnologías sino con las de hace tres décadas. Especialista en Tecnología y docente, esta tachirense nacida en 1974, con más tiempo residiendo en Caracas que en su natal San Cristóbal (su madre y abuela se la trajeron cuando apenas tenía siete años) es la jefa de la Unidad Multimodal, un área clave de la Universidad Nacional de las Ciencias «Dr. Humberto Fernández-Morán». Allí, el uso de la tecnología es primordial para la enseñanza y el aprendizaje. “La Unidad Multimodal le facilita al estudiante e investigador de la UNC las herramientas tecnológicas para acompañar su proceso de formación”, explica Cuevas. “En todas partes está presente la tecnología”. Y como un ejemplo dentro de esta casa de estudios menciona el microscopio que usarán los estudiantes de la carrera de Biología y Química Computacional. “Es un equipo tecnológico que deberán conocer y aprender a manejar”. Cuevas también es responsable del módulo Herramientas Tecnológicas, uno de los cuatro cursos del introductorio que se dicta en la actualidad en la UNC. En las primeras clases los instrumentos informáticos dejaron con la boca abierta a estos jovencitos: frente a ellos tuvieron los equipos que se usaban en los comienzos de la carrera de esta especialista en Tecnología, que fue a comienzos de los años 90. “Las primeras clases fueron muy dinámicas porque se mostraron las herramientas tecnológicas que se usaban en esa época. Los jóvenes se sorprendieron”, comenta. Explica que parte de esa actividad consiste en enseñar que hoy existen instrumentos digitales más avanzados, y que la tarea de la Unidad Multimodal de la UNC es acompañarles en el proceso de apropiarse de la tecnología durante su aprendizaje. Acude a un ejemplo sencillo: “Antes usábamos un cuaderno como agenda. Hoy existen aplicativos que puedes bajar en el teléfono, la tablet o computadora, con los que puedes desde llevar tu agenda personal y hasta elaborar proyectos”, dice con su cantado andino que se le escapa al hablar. La primera profesional de la familia Cuevas, quien también es coordinadora del Área de Desarrollo de Sistemas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) fue pionera en su familia en cuanto a estudios superiores: “Fui la primera de mi grupo familiar que logró llegar a la universidad. Y de ahí en adelante varios primos se interesaron en estudiar y se graduaron, unos en Ingeniería en Sistemas y otros en Técnicos Superiores Universitarios en Informática”. Más que pionera, fue una inspiración para sus primos, sobre todo para los que se decidieron por la Informática. Criada por su madre y abuela, la curiosidad de Cuevas por la computación y la tecnología inició con un curso de mecanografía que hizo a comienzos de la década del noventa. “Se usaban computadoras como terminales para escribir, y los programas se ejecutaban desde disquetes. Ahí me picó el gusanillo de la tecnología y seguí y seguí”. Así que, recién salida del bachillerato se fue directo a estudiar el TSU en Informática en el Instituto Universitario de Caracas, estudios que amplió posteriormente al sacar su licenciatura en Informática en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y luego su profesorado en Informática del Instituto Pedagógico Monseñor Rafael Arias Blanco. Más tarde prosiguió con su especialización en Gerencia de Tecnología de Información. Todos estos conocimientos no solo los puso en práctica como coordinadora, gerente o directora del área de tecnología de las empresas de productos farmacéuticos y de salud del Estado en las que trabajó a lo largo de su carrera, sino también los ha llevado a las aulas como docente. Entre los proyectos en los que orgullosamente recuerda haber participado se encuentra el de los Almacenes Robotizados de la empresa ZTE, que consistió en elaborar una plataforma tecnológica desde donde se pudieran enlazar los almacenes con los hospitales para que, una vez llegasen los requerimientos de insumos como medicamentos, el despacho se realizase de forma automatizada. Así, se crearon los almacenes Jipana, en el estado Miranda; Mariri, en Barinas; Pusana, en Lara; y Paye, en Anzoátegui. También, cuando la pandemia de Covid-19, Cuevas participó junto a un equipo en la creación del programa tecnológico que ayudó a la distribución de las vacunas. Los futuros científicos Aunque en sus planes no estaba participar en el proyecto de la UNC, aceptó ser parte del equipo creador del programa de esta universidad por su experiencia en esa tarea. Cuevas trabajó en el plan curricular de educación de adultos nocturnos, así que buscó tiempo y se anotó. “Luego el proyecto fue creciendo más y más, y aquí estoy”. Entre sus tareas cumplidas estuvieron la construcción de las mallas curriculares de la licenciatura de Ciencias de Datos, de las carreras de Ingeniería en Inteligencia Artificial y de Ingeniería en Ciberseguridad; y colaboró con el de Ingeniería en Robótica y Automatización. Luego pasó a la elaboración de la estructura de los contenidos de las materias de estas carreras y a la creación de la estructura del módulo de Herramientas Tecnológicas para este primer curso introductorio de la Universidad de las Ciencias. “Hay estudiantes que preguntan para qué les sirve aprender ciertos contenidos, y si les servirán al salir al campo laboral, y eso solo se puede responder cuando tú como profesor tienes experiencia profesional”, señala. Explica que en su método de enseñanza la teoría y la práctica, que solo se puede impartir con la experiencia, están estrechamente ligadas, “y eso le crea al alumno una curiosidad mayor de hasta dónde puede llegar”. –¿Tu vida gira en torno a la tecnología? –La tecnología y el método nos ayudan en todo lo que hacemos. Un proceso tan sencillo como lo puede ser la elaboración de una receta, para que quede bien debe cumplirse con un procedimiento estricto de mezclar primeros unos ingredientes y luego otros. Soy muy metódica al
José Romero Losacco: Debemos tomar en serio los conocimientos que producimos
José Romero Losacco, antropólogo graduado en la Universidad Central de Venezuela –UCV– es investigador del Centro de Estudio de Transformaciones Sociales, en el Instituto de Investigaciones Científicas –IVIC–. Y ahora es también profesor en la Universidad Nacional de las Ciencias “Dr. Humberto Fernández Morán”. –¿Se puede decir que la UNC es un nuevo espacio para intentar ponerle fin al colonialismo o al paradigma colonial? –Sí, entendiendo que implica también una disputa interna en el campo académico. Es una oportunidad que se abre, pero también es un campo en disputa… –¿En disputa con quién? –En disputa incluso con sectores que pueden considerarse, eso que ahora llaman progresismo, que a mí no me gusta la palabra. Pero digamos, para no extenderme, con una cierta izquierda que sigue estando colonizada, una izquierda occidentalizada, que de alguna manera sigue teniendo una concepción de la ciencia atada a preceptos modernos coloniales, eurocéntricos. Entonces, te pongo, por ejemplo, una anécdota. Hubo que discutir seriamente que una licenciatura en Filosofía en una universidad como la UNC tiene que tener un componente central de filosofía venezolana y filosofía latinoamericana. –¿Hay una filosofía venezolana? –La filosofía venezolana entra dentro del campo de la filosofía moderna, por lo tanto, sí, yo no diría una filosofía venezolana, hay varias filosofías venezolanas, y hay gente trabajando desde hace muchísimos años en esos temas. Al día de hoy, una referencia viva de esos trabajos, de rescate de una filosofía venezolana, es la profesora Alexandra Molino, por ejemplo, a quien estamos incorporando justamente para que sea quien lleve la batuta en torno a la construcción de los programas de filosofía venezolana en la universidad. Ella está haciendo unos trabajos increíbles sobre la filosofía venezolana que se produjo a finales del siglo XIX, principios del siglo XX, en una continuación de la tradición bolivariana, y cómo está echando por tierra lo que la tradición universitaria venezolana ha catalogado como el positivismo del siglo XIX venezolano. Lo que está discutiendo es que no había positivismo, había un pensamiento muy complejo, gente que estaba fundando el pensamiento etnográfico venezolano, que estaba produciendo una filosofía de carácter continental, incluso, porque ha rescatado textos de la época en que se cruzan comunicaciones los primeros comunistas venezolanos con el maestro Unamuno, por ejemplo. –José Ignacio Cabrujas decía que los venezolanos somos unos copiones, y a mucha honra, no tenemos por qué seguir buscando eso que llaman identidad. –Sí, ahí como antropólogo te digo que el concepto de identidad es un concepto problemático. Incluso al día de hoy se habla más de identificación que de identidad, porque la identidad tiende como a fijar la búsqueda de una esencia que nunca se termina de encontrar al final. Pero por venezolano me referiría no tanto a esta búsqueda de una identidad perdida, sino a quienes han reflexionado desde esta tierra sobre los problemas que esta tierra tiene. No es una metáfora naturalista, sino los problemas que tenemos las personas que habitamos esta tierra, que estamos atravesados por tensiones coloniales, por imperialismos que nos han impuesto no solo formas de vida, sino incluso auto concepciones, formas de auto percibirnos. –¿Cuántos son los estudiantes que se formarán en esos nuevos conceptos? –Un poco más de 500 estudiantes en toda la universidad. Porque ahora mismo estamos en el programa de iniciación, que es común para todos. Tienen un componente de Filosofía de la Ciencia para todos, que es inicial, y luego, cuando entran a la carrera, van a tener también una materia común de pensamiento crítico. –Volviendo al colonialismo, ¿habrá un método para dejar de ser colonia? –Un método como una receta, no. Hay múltiples caminos, cada tradición, cada pueblo va encontrando su camino. Lo primero que debemos hacer es mirarnos a nosotros mismos. Mirar nuestras tradiciones, pero también hacerlo con ojo crítico. Porque hay una cuestión con la colonia, y es que la colonia también colonizó nuestras tradiciones. Entonces, es volver a aquello que nos constituye, aquello que es el primer paso. Después de ahí es un camino mucho más largo, pero empezamos al menos a transitar por ahí. -Carlos Monsiváis, en uno de sus ensayos, «Aires de familia», decía que el imperialismo le dejó a los pueblos sus tradiciones, su folclore, y se llevó los recursos naturales. Quédense con su pájaro guarandol, que yo me llevo el petróleo. –Ahí recurro a Walter Benjamin, que dice que la modernidad inventa la tradición para después destruirla. Entonces, no solo creo que en efecto nos dejaron las tradiciones, sino que nos dejaron una lectura sobre las tradiciones, una manera de entender las tradiciones. Que las folcloriza, que las convierte simplemente en un artefacto de museo. Y que al día de hoy sirve mucho para eso que llaman multiculturalismo. Porque entonces con el multiculturalismo la tradición se convierte en una fiesta en la que simplemente tú montas tu tarima, te montas la falda y sales a bailar. Y eso está bien mientras no se cuestione quién tiene el poder, mientras no se cuestione quién decide. Cuando digo volver a las tradiciones es teniendo eso en cuenta. Es decir, no es una vuelta folclorista a la tradición, no es una vuelta, digamos, antropológica a la tradición. ¿Cuáles son los mundos que están presentes en esas tradiciones? ¿Y qué es justamente lo que el folclor borra? –Y ¿cómo repensar el estado? –La cosa es cómo sería pensar el Estado desde una tradición, por ejemplo, con los yorubas. ¿Cómo se traduciría una institucionalidad a través de eso? Y a eso lo toco como ejemplo, porque a eso es a lo que me refiero con el volver a la tradición, no simplemente al volver al pájaro guarandol, sino cuál es la humanidad que está allí, porque una de las cuestiones que suele también decirse mucho es que solemos pensar más fácilmente con el fin del mundo, es decir, con el fin del capitalismo, y eso podría estar cercano a nosotros, pero más complejo es pensar una alternativa al capitalismo, y construir algo nuevo de la nada resulta un tanto, vamos a