Arnelly Escalona tiene 10 artículos publicados en revistas arbitradas con el equipo de biomedicina y el laboratorio de genética molecular de IVIC, donde desarrolló su maestría en Microbiología. Pero la clave más importante de su presencia en la UNC es su largo trabajo al servicio de las comunidades. La sede de la Universidad Nacional de las Ciencias “Dr. Humberto Fernández-Morán” fue el hermoso escenario de la entrevista con la bioanalista y microbióloga Arnelly J. Escalona, teniendo como testigos las esferas aéreas de colores que destacan en la entrada de la sede y que simulan la cadena del ADN. Mujer preciosa y jovial cuyos ojos y mirada transparentan la satisfacción de una mujer plena y respetuosa de su profesión. Nació en Caracas y estudió Bioanálisis en la Universidad Central de Venezuela. Investigadora y docente, empezó a querer a la humanidad desde que era una niña. Concibe su trabajo científico como un servicio público. “Provengo de una familia oriunda de Barlovento. Desde pequeña tuve la inclinación de estudiar en un laboratorio, ese era mi sueño. Cuando decidí qué estudiar pensé en una carrera que me pudiera llevar a trabajar en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Y en ese momento escogí Bioanálisis porque tenía la inclinación al servicio, a ayudar a las personas y de trabajar en el área de la salud. Esta carrera me dio la oportunidad de hacer desarrollo científico, comunitario y también desarrollé mi inclinación como personal de investigación y de laboratorio. “A mediados de la carrera, cerca del quinto semestre, conocí al doctor Jacobus de Waard (biólogo, PHD), que ha sido desde entonces mi mentor y quien me ha introducido en el mundo de la investigación. Me dio la oportunidad de hacer la conexión con el IVIC, donde conocí al doctor Howard Takiff (médico, PHD en genética molecular y epidemiólogo). Fue mi tutor de tesis de maestría y con él empecé a trabajar desde 1999 hasta el presente. Desarrollamos un trabajo con tuberculosis bovina, con epidemiología molecular de Mycobacterium tuberculosis y Mycobacterium bovis, además del desarrollo de técnicas de diagnóstico por PCR e identificación de micobacterias atípicas. Parte de esa labor la he desarrollado recientemente, además del trabajo clínico directamente con pacientes y con muestras clínicas para el diagnóstico de enfermedades infecciosas”. –Mi mamá fue quien más influyó, porque ella estudió Biología en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y aunque no pudo culminar esta carrera se graduó de técnico químico. Eso me motivó a seguir sus pasos. Fue de las inspiraciones más importantes que he tenido hasta el momento. Mi padre me enseñó a aprender y a definir lo que uno quiere como parte de la vocación. Y eso me dejó muy bien marcado. En tono didáctico, cuando le pedimos definir su campo de estudio dice que la microbiología es “el estudio de todos los organismos pequeños que no están a simple vista. Algunos causan enfermedades, y otros nos ayudan en la industria de la alimentación, en la industria agrícola y en el desarrollo de investigaciones. La microbiología es uno de los campos más amplios que existen en el área de investigación y tiene utilidad en el área clínica, de diagnóstico y de investigación”. –Y el trabajo que mencionaste en laboratorios con animales, ¿dónde lo realizaste? –Eso fue parte de una investigación que hicimos con veterinarios de la Universidad “Lisandro Alvarado” de Barquisimeto. Era un trabajo muy interesante porque íbamos a cada una de las fincas a hacer el despliegue y el diagnóstico de tuberculosis, y cuando estos animales salían positivos tomábamos muestras y hacíamos la recuperación de micobacterium bovis. Esto nos daba el insumo necesario para hacer las pruebas de epidemiología molecular e identificar transmisión y brotes en algunas fincas. El trabajo nos dio, en algún momento, un mapa generalizado de todas las cepas de Micobacterium bovis que estaban circulando en las fincas ganaderas de Venezuela. –Hay otro trabajo que tú haces en el laboratorio. –Sí, son dos formas de trabajar completamente distintas. Es una técnica de laboratorio que se puede aplicar para ambos tipos de muestras. Solo que el trabajo de campo es mucho más interesante desde el punto de vista del dinamismo que implica. Pero también el trabajo de laboratorio clínico conlleva disciplina, empatía hacia el dolor ajeno. Son dos cosas que han sido muy importantes en el desarrollo de mi trabajo. –¿Cuál es tu experiencia profesional más gratificante? –La más gratificante ha sido ayudar a las personas en cualquier ámbito. Cada vez que he tenido que trabajar en un hospital público o en una clínica privada, haciendo trabajo de campo y labor social, la recompensa que me trae un paciente al darme las gracias por lo que yo hice para su beneficio ha sido siempre lo más grato y lo más importante para continuar formándome y aprendiendo. –¿Y lo más duro, la experiencia más difícil? –Creo que lo más duro es la disciplina, la constancia y el trabajo continuo que hay que hacer siempre. No podemos desmayar ni dudar, tenemos que estar constantemente consultando la información nueva para no cometer errores. Entonces, eso quizás genera estrés y angustia, pero sobre todo en el tiempo del Covid-19, que fue tan complicado para el personal de salud, cuando no teníamos descanso, trabajamos durante toda la noche, durante todo el día. Esa dedicación que a veces implica dejar de lado la familia, dejar de lado los gustos personales para continuar con el trabajo, creo que es lo más difícil y desafiante. –¿Cómo se producen las innovaciones en el campo de la microbiología? –La innovación es una de las aplicaciones más importantes en esta área. En los últimos 20 años hemos cambiado en el área de la salud humana. Nos hemos dado cuenta de la importancia de la microbiota para el cuidado de la salud en general. Hace 20 años utilizamos los antibióticos de forma indiscriminada; ahora nos hemos dado cuenta de que es importante cuidar la cantidad de bacterias buenas que forman parte de nuestro intestino, que nos ayudan a defender de enfermedades, que
La Universidad Nacional de las Ciencias siembra futuro
En el marco de la Gran Misión Madre Tierra Venezuela, la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC) llevó a cabo la siembra de más de 1900 árboles en los espacios del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), consolidando su compromiso con el ecosocialismo y el desarrollo sostenible. Esta actividad forma parte de las acciones establecidas en la Gran Misión Madre Tierra Venezuela que establece “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”, y el ecosocialismo, como elemento fundamental del socialismo bolivariano, planteando la doctrina ecosocialista y la visión ecocéntrica para superar la visión antropocéntrica. La actividad, que contó con la participación de autoridades, docentes, personal administrativo y estudiantes de la UNC, consistió en la siembra de un vivero con especies nativas y ornamentales. Esta iniciativa forma parte de los programas nacionales Gran Misión Madre Tierra Venezuela y Misión Árbol, impulsados por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo. En representación de la Rectora y Ministra de Ciencia y Tecnología, el evento fue encabezado por el secretario de la UNC, Dr. Roberto Betancourt, y el viceministro de Aplicación del Conocimiento Científico, del Ministerio para Ciencia y Tecnología (Mincyt) y director del IVIC, Dr. Alberto Quintero, quienes ofrecieron palabras de apertura en las que destacaron el valor estratégico de la ciencia, la tecnología y la conciencia ambiental para el futuro de Venezuela. El Dr. Betancourt expresó que “la siembra de árboles es sembrar futuro. No solo en el terreno físico, sino en la mente y el corazón de nuestros estudiantes. Hoy construimos ecosocialismo, que es indispensable para nuestra existencia”. Relacionó esta jornada con el rol transformador de disciplinas como la inteligencia artificial, la biotecnología y la ciencia de datos en la construcción de un país sostenible. Reiteró que la siembra representa una metáfora del compromiso formativo de la UNC: “Estamos sembrando conocimiento, conciencia y vida”. Por su parte, el Dr. Quintero enfatizó el sentido ético y pedagógico de la actividad al señalar que no se trata de plantar árboles, “es sembrar respeto por la vida, por el planeta y por cada ser vivo. Es una lección viva de ecosistema, de pertenencia y responsabilidad”. Fueron plantadas 1.902 especies ornamentales, marcando un importante logro ambiental en la zona compartida entre ambas instituciones. Al respecto, la profesora Raquel Del Toro resaltó el valor educativo de la reforestación, señalando que «cada pequeña acción, cómo sembrar una planta, contribuye a una causa común en la lucha contra el cambio climático». En representación de la comunidad estudiantil, Macarena Nieto, definió a la actividad como un acto de “integración y vida”. Desde la Dirección de Registro, Control y Seguimiento de la UNC, Maryory Leal destacó el impacto de la jornada en el marco del plan nacional de las siete transformaciones, particularmente en la dimensión ecológica. Con esta iniciativa, la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán se incorpora como centro activo de la red nacional de la Misión Árbol, fortaleciendo su papel como institución comprometida con la sostenibilidad y la educación ambiental. «Satisfacción de necesidades humanas con igualdad y con profundo respeto por la naturaleza”. Prensa UNC / YA
Trabajo Especial: UNC a la vanguardia en la formación de nanotecnología
En una era donde la ciencia define el rumbo de las naciones, la nanotecnología irrumpe como una disciplina estratégica para el desarrollo. Estudiar y manipular la materia a escalas microscópicas inimaginables como la milmillonésima parte de un metro, está transformando sectores como la medicina, la energía, la electrónica, la agricultura y el medio ambiente. Este campo multidisciplinario es considerado una de las tecnologías más prometedoras del siglo XXI por su enorme potencial de innovación. En Venezuela, la ciencia nanométrica ha sido reconocida como estratégica para enfrentar los retos nacionales. Consciente de este potencial, la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC), ha creado la Licenciatura en Nanotecnología como respuesta a la impostergable misión de capacitar e impulsar talento humano altamente calificado para investigar, diseñar y aplicar tecnologías a nanoescala en diversas áreas, en especial la salud y la industria. Nanotecnología como ciencia estratégica La nanotecnología ha sido reconocida por organismos internacionales como una de las tecnologías más disruptivas de este siglo. Y en Venezuela, su potencial no ha pasado desapercibido. Desde los años 90, empresas como Petróleos de Venezuela, incorporó el uso de la técnicas de nanotecnología para caracterizar materiales nanoestructurados de interés en procesos de refinación de hidrocarburos. A principios de 2025 se instaló en el IVIC la primera mesa técnica de la Red Científica y Tecnológica de Nanotecnología, reuniendo a más de 30 especialistas venezolanos. En ese foro, investigadores de universidades nacionales presentaron proyectos que aplican la nanotecnología en agroindustria, salud y hasta en aliviar la crisis climática. Hoy la Red agrupa a más de 70 científicos de cinco instituciones, con 23 proyectos en agenda. Con ello, el país ha trazado una hoja de ruta para posicionarse en este campo emergente. Asimismo, el presidente Nicolás Maduro Moros, instruyó la creación del Programa Nacional de Nanotecnología para Venezuela, para garantizar la especialización y la construcción de agendas de investigación aplicadas en beneficio del pueblo. Para el Prof. Yanpiero Balladores, investigador del Laboratorio de Física de la Materia Condensada del IVIC, la nanotecnología posee un vasto potencial en campos como la ingeniería y la medicina. En nanomedicina está revolucionando el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, mediante biosensores ultrasensibles, nanofármacos de liberación controlada o terapias basadas en hipertermia inducida por nanopartículas magnéticas. Además, la nanotecnología permite el desarrollo de celdas solares más eficientes, baterías de alto rendimiento, materiales resistentes y ligeros. En cuanto al desarrollo sostenible y medio ambiente, el potencial para mitigar la crisis climática se refleja en proyectos de nanomateriales que mejoran los procesos agrícolas y de agroindustria, fortaleciendo cultivos y reduciendo el impacto ambiental. En palabras del profesor Balladores, estos breves ejemplos demuestran que “esta ciencia ofrece herramientas claves para resolver problemas críticos del país, desde la salud pública hasta la seguridad energética”. Son innovaciones que están redefiniendo el presente y futuro tecnológico y representan un reto ineludible. UNC: Pionera en la formación en nanotecnología Con miras a capitalizar este potencial, la UNC creada por el Presidente Nicolás Maduro Moros, en diciembre de 2024, ofrece la primera Licenciatura en Nanotecnología del país. Según el profesor Erick Plaza, jefe del Centro de Ingeniería de Materiales y Nanotecnología del IVIC, la carrera está concebida desde una perspectiva multidisciplinaria que articula conocimientos de física, química, biología y matemáticas para formar profesionales capaces de desarrollar y caracterizar nanomateriales, contribuyendo al avance científico y tecnológico de Venezuela. Destaca el profesor Plaza que “el plan de estudios prepara a los estudiantes para dominar herramientas avanzadas como la microscopía electrónica, la espectroscopía o la simulación de sistemas a nanoescala”. Precisa que los estudiantes “tendrán acceso directo a laboratorios del IVIC y participarán en proyectos reales de investigación, de esta manera, desde el inicio de su formación, aprenderán a aplicar la ciencia en beneficio del país. En el diseño curricular de la licenciatura se han establecido sinergias con centros especializados, como el Centro de Ingeniería de Materiales y Nanotecnología del IVIC. Profesores vinculados a este centro de investigación participan activamente en la carrera y se desarrollan proyectos conjuntos que sirven de base práctica para que “los estudiantes aprendan a crear nanomateriales y a caracterizarlos estructural, eléctrica y químicamente”. De esta manera, los futuros nanocientíficos reciben una formación integral en síntesis y caracterización de nanomateriales, nano-biotecnología y nanoelectrónica, entre otros campos. El objetivo general del plan de estudio es “formar profesionales competentes para investigar, diseñar, desarrollar y aplicar tecnologías a escala nanométrica para la creación de nuevos materiales, dispositivos y sistemas con propiedades innovadoras”. Además, la UNC contempla una formación ética y compromiso social, para que sus egresados se conviertan en líderes científicos capaces de contribuir a sectores claves como la salud, la seguridad alimentaria, las energías limpias y la protección del ambiente. La rectora de la UNC, Gabriela Jiménez Ramírez, lo resume al señalar que “el acceso del conocimiento al servicio de la juventud, para que sean ellos los verdaderos transformadores de la patria”, destacando que este enfoque está alineado con los planes de desarrollo nacional y con el legado del Dr. Fernández-Morán, quien concebía la ciencia como una fuerza al servicio de la humanidad. En este sentido, el plan de estudios toma en cuenta las demandas formativas en materia de ciencia y tecnología, garantizando la formación de profesionales capaces de generar conocimiento para producir grandes cambios que protejan el ambiente y la evolución de la sociedad de forma sustentable. Los egresados de la UNC estarán capacitados para aplicar técnicas de síntesis y caracterización a través de microscopía electrónica, espectroscopia; simular sistemas a nanoescala; diseñar, planificar y ejecutar experimentos; participar en proyectos de investigación y desarrollo interdisciplinarios, entre otros. La Licenciatura en Nanotecnología de la UNC no solo representa una oportunidad académica de vanguardia, sino una puerta de entrada a los desafíos del siglo XXI. En un país con vocación energética, se perfila como una poderosa palanca de desarrollo, una disciplina que abre puertas hacia nuevas fuentes limpias, soluciones y tecnologías más eficientes. Prepara el terreno hacia avances nanométricos de una Venezuela que se posiciona en la ruta del desarrollo
Estudiantes de Biotecnología de la UNC intercambian experiencias con investigadores venezolanos
Un grupo de estudiantes de las carreras de Biotecnología de la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán, visitaron los laboratorios del Instituto de Biología Experimental de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y del Complejo Biotecnológico AgroBiotechs, para conocer las experiencias investigativas destinadas a brindar soluciones al país en materia agroalimentaria y de salud. El recorrido contó con el acompañamiento de Carla Contreras, gerente de Estudios y Desarrollo de Proyectos de la Corporación para el Desarrollo Científico y Tecnológico (Codecyt), así como de los investigadores de estos centros. Contreras, explicó los aportes de la Alianza Científico-Campesina para el desarrollo productivo nacional, atendiendo la producción de semillas criollas con biotecnología y el control de enfermedades causada por vectores. Precisó que en el caso de Venezuela se dieron grandes pasos explorando la generación in vitro de semillas de papa, como ocurre en el Centro de Biotecnología para la Producción de Semillas Agámicas (Cebisa), ubicado en el páramo merideño. «Hoy día se tiene todo un laboratorio con diferentes rubros que son transferidos a los productores de la zona, semillas de alta calidad», dijo Contreras. Intercambio con los investigadores Durante la visita los jóvenes intercambiaron experiencias con el investigador Blas Dorta, doctor en Ciencias Bioquímicas y gerente de operaciones de AgroBiotechs, así como con el personal que labora en este complejo biotecnológico, donde conocieron dos laboratorios: el de innovación y desarrollo y el de control de calidad. El Dr. Dorta explicó que AgroBiotechs tiene dos líneas de producción una de bacterias y otros de hongos entomopatógenos y antagonistas; y que como investigadores han desarrollado estudios durante 30 años, lo que les permite hoy día aportar “soluciones tecnológicas e innovadoras de producción nacional para el sector agrícola y sector salud”. Una de esas soluciones son los biocontroladores Larvibac y Entoex, empleados para el manejo y control de vectores transmisores de enfermedades como el dengue, malaria, zika, entre otras, sustituyendo los químicos por herramientas biotecnológicas. Mientras tanto, en el Laboratorio de Mejoramiento Vegetal (IBE), dirigido por la Dra. Mayra Oropeza, el biólogo especializado en botánica de fisiología vegetal, Antonio Indriago, abordó la importancia que tiene para el país contar con bancos de germoplasma vegetal de especies, que permiten la producción de semillas biotecnológicas sanas, con biotécnicas de cultivo in vitro. Precisó que en este laboratorio tienen 72 variedades de papa, nueve clones de ñame, batata y, actualmente, avanzan en un proyecto para ampliar las semillas de ají dulce y de café. Experiencias para la vida Los estudiantes de la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández–Morán saludaron el encuentro con los investigadoras e investigadores del IBE y Agrobiotechs, porque les permite tener una visión más clara sobre los aportes de la biotecnología al desarrollo nacional y la vida. Eva Davis, estudiante de Biotecnología, originaria del estado Mérida, comentó que escogió esta carrera porque “los seres vivos somos un laboratorio andante” y que esta visita fue una “experiencia única, el ver los laboratorios de primera mano y entender que se está haciendo ciencia en Venezuela; hay un trabajo bastante grande”. Por su parte, Víctor Bastardo, también estudiante de Biotecnología, del estado Miranda, valoró el enfoque “ecológico para sustituir los agroquímicos y tener insumos biológicos para todos los productores del país”. Alexander Nieves, estudiante y habitante de Caracas, comentó que su pasión por la biotecnología nació cuando descubrió que “si el cuerpo tiene la capacidad de enfermar también tiene capacidad de sanarse”, eso le hizo investigar sobre la carrera y tocar las puertas de la UNC. “En esta visita a los laboratorios nos están permitiendo ampliar nuestros conocimientos y expandir nuestra menta. Descubrí que existen cultivos in vitro, se potencia la capacidad para cultivar (…) la biotecnología nos permite ahondar en muchas cosas y muchos entornos”, apuntó. Mincyt / Prensa: VG / Fotos: CR.
Venezuela fortalece cooperación con China para el desarrollo tecnológico y educativo
La delegación venezolana que se encuentra en Shenzhen, República Popular China, encabezada por la ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, visitó las instalaciones de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur (SUSTech), con el fin de fortalecer la cooperación en materia de tecnología de educación. Durante el recorrido por la universidad, la delegación venezolana sostuvo una reunión con el Dr. Hong Wei, director de SUSTech Global y profesor de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería, además tuvieron la oportunidad de conocer más sobre el microsatélite SUSTech-1. Sobre el satélite, la ministra Gabriela Jiménez Ramírez recordó que el SUSTech-1, estaba «equipado con un sistema de medición de campo eléctrico espacial y una cámara para estudiar auroras». «Este proyecto ejemplifica cómo la formación impartida en SUSTech capacita a sus estudiantes para desarrollar prototipos que contribuyen a la investigación aeroespacial», puntualizó. En su publicación, la ministra Jiménez Ramírez especificó que en la reunión con el Dr. Hong Wei se reafirmó la disposición de Venezuela de consolidar la colaboración en proyectos científicos y tecnológicos conjuntos y poder «impulsar nuevas iniciativas que beneficien a ambas partes». La también rectora de la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán, recordó que SUSTech fue fundada en 2011 y se encuentra entre las 20 mejores casas de estudios de China y del mundo, según el ranking de la revista Nature para 2025. «SUSTech es reconocida por su excelencia académica en áreas como ciencias espaciales, ciencias de la vida, biomedicina, biotecnología, geociencias, inteligencia artificial, ingeniería y robótica», manifestó. «Desde la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán el presidente Nicolás Maduro orientó promover las oportunidades para que jóvenes venezolanos y de América Latina y el Caribe puedan formarse en especialidades como inteligencia artificial, robótica, ciberseguridad, biotecnología, nanotecnología, ciencias moleculares, física y matemática», afirmó la ministra. Asimismo, calificó como fundamental establecer alianzas con diferentes universidades, como SUSTech, para fortalecer el desarrollo integral de los jóvenes «que contribuirán al avance del mundo multipolar, bajo un enfoque donde la tecnología se oriente hacia una ciencia centrada en la vida». La ministra para Ciencia y Tecnología se encuentra desde el pasado 26 de julio en la República Popular China cumpliendo con una agenda de trabajo como parte de la asociación estratégica A Toda Prueba y a Todo Tiempo, suscrita en 2023 entre los mandatarios Nicolás Maduro y Xi Jinping. «Este acuerdo refuerza las áreas clave de cooperación entre ambas naciones, favoreciendo los beneficios compartidos», concluyó. Mincyt / Prensa / AE / AAF
Guillermo Centeno: En el mar la vida es más sabrosa si aprendemos del océano
Licenciatura en Oceanografía: Otra buena noticia para una universidad cuyo reto es aplicar los conocimientos impartidos y compartidos al crecimiento integral del país. Guillermo Centeno, químico experto en calidad del agua, estará al frente de esta cátedra. Existen la Universidad Marítima del Caribe, en la que se imparten clases de oceanografía; y el Instituto Oceanográfico de Venezuela, que se dedica a realizar investigaciones ligadas a la Biología Marina y Biología Pesquera. Y está ahora la Universidad Nacional de las Ciencias «Dr. Humberto Fernández-Morán», que le dará a esta disciplina estatura de pregrado universitario. Al frente de esta área se encuentra afinando las estrategias el químico Guillermo José Centeno Bordones. Este profesional ya había sido entrevistado en esta revista, a propósito de un proyecto de reciclaje de aguas contaminadas de manera extrema. Como nunca antes, debido al drástico cambio que sufre el planeta por la contaminación humana y la noción capitalista de “progreso”, la Universidad Nacional de las Ciencias se consolidará como el centro de formación de los nuevos científicos e investigadores, que orientarán sus estudios e investigaciones al ejercicio de una ciencia para la vida. La licenciatura en Oceanografía se divide en cuatro (4) partes esenciales: la primera se enfoca en la Paleontología, la Geología y la formación de rocas submarinas; la segunda se refiere a la Química Marina; la tercera a la Física y su influencia en los océanos; la cuarta estudia la Biología Marina con su diversidad. Todas ellas se analizan desde la correlación que poseen entre sí. Partiendo de estudios que no serán solo teóricos, sino también prácticos y de campo, estos conocimientos se aplicarán, en principio, en el impulso del desarrollo y mejoramiento de áreas más específicas, como por ejemplo la producción de camarones (rubro venezolano de exportación y consumo interno que parece destinado a desplazar a Ecuador como el número uno de Latinoamérica); también se aplicarán en la industria petrolera, en las industrias que tienen que ver con los puertos nacionales, y no menos importante, o quizás lo principal, en darle un respiro al medio ambiente devolviendo las llamadas “aguas residuales” limpias y descontaminadas. “Es una carrera que requiere de inclinación real, gusto por las ciencias y las matemáticas”, afirma Centeno, a la vez que asevera que los y las estudiantes que posean estas características con seguridad disfrutarán de sus estudios y de ser parte de una nueva generación de científicos para la vida: “La UNC tendrá un impacto de mucha importancia, porque vendría a nivelarnos con la movida científica y tecnológica latinoamericana, debido a que llevamos algo de retaso en carreras como Nanotecnología, Biotecnología, Robótica y en el desarrollo de inteligencias artificiales”. Centeno explica que la razón de este rezago es producto de las sanciones y los bloqueos impuestos desde el imperio norteamericano: “Las sanciones han limitado algunas áreas del conocimiento, por lo que la UNC viene a ofrecer soluciones de desarrollo en esas áreas. Apostamos a una universidad seria, sólida, que no sea etérea, sino que dé resultados que permitan impulsar el desarrollo y reducir esas brechas tecnológicas y científicas”. De Guataparo al doctorado en Química Guillermo José Centeno Bordones (Valencia, 1979) tiene por padre a un profesor de Historia, Guillermo Centeno Ibarra, y por madre a una peluquera, Fany Bordones. Fue precisamente viendo a su madre mezclar productos para el cabello cuando comenzó a sentir curiosidad por los procesos que hacían reaccionar químicamente cremas y líquidos. Ya en el liceo, tercer año fue revelador para Centeno. Con el estímulo de sus profesores de Química y Biología hizo un proyecto que tenía que ver con lo que a futuro sería el desarrollo de su carrera científica: analizar la calidad del agua del dique o embalse de Guataparo: “Fue mi primer trabajo científico”, afirma Centeno. A partir de entonces, y después de un momento muy temprano de indecisión en el que se debatía entre la Filosofía y la Química, toda la carrera de Centeno ha girado en torno a investigaciones sobre el agua y sus componentes, el agotamiento de la misma, su composición, tratamiento y otros aspectos orientados a la conservación y calidad del líquido: “Desde el bachillerato he ido trabajando in crescendo en el nivel de dificultad con los procesos de investigación del agua”. Ya convencido y apasionado por la química, revisando el periódico encontró un anuncio del Instituto Universitario de Tecnología de Valencia (IUTVAL), así que decidió estudiar allí y obtuvo el título de Técnico Superior Universitario en Química. Posteriormente ingresó a la Universidad de Carabobo (UC), en la que obtuvo el título de Licenciado en Química; después, y con un cambio de ambiente bastante marcado, se fue a Maracaibo y estudió en la Universidad “Rafael Belloso Chacín” (URBE), en la que obtuvo el título de postgrado en Investigación y Desarrollo. Finalmente, de vuelta a Carabobo, ingresa de nuevo a la UC, y obtiene el doctorado en Química Tecnológica. El trabajo de Guillermo Centeno ha dado frutos concretos, entre ellos el mencionado al principio de estas líneas («Reciclaje extremo: cómo amansar tóxicos duros», artículo recomendado para entender mejor hacia dónde se dirige esta nueva carrera). Este científico siempre ha orientado sus investigaciones al tema del mejoramiento de las aguas a partir de su análisis y cuál es la manera de tratarlas según sus niveles de contaminación. Sin habérselo propuesto, esta vez le toca el reto no solo de estar al frente de un proyecto de enseñanza innovador en todos los sentidos, sino que impartirá su conocimiento tal como lo ha venido haciendo: “La educación ambiental para las comunidades es vital. Existen programas con estudiantes desde primaria hasta bachillerato, en los que se llevan los niños, niñas y adolescentes al mar, y se les enseña la importancia de mantener limpias las aguas”, afirma. Él ha participado en ese proyecto porque cree firmemente en la educación como la única manera de revertir, en cierta medida, el daño ecológico que hace estragos en el planeta. Como la mayoría de los y las profesoras de la UNC, también ha desarrollado trabajos de investigación en el Instituto Venezolano de Investigaciones
Yoyna Rivas: Escoger una carrera científica significa hacer de esto tu vida
La Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán se levanta en los Altos de Pipe, compartiendo la misma montaña donde se ubica el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas –IVIC–. La naturaleza la arropa. Y el conocimiento es su permanencia. Yoyna Rivas es bióloga y coordinadora de Capacitación, Formación y Docencia. También es profesora de Biotecnología, y está feliz de ser una de las fundadoras de esta universidad. Se graduó de bióloga en el Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente, y luego también su maestría en Biología Aplicada. Nació en La Guaira, y su conexión con el oriente del país se debe a que su mamá es de Carúpano. Luego dio el salto hasta el IVIC, allí desarrolló su tesis para graduarse como licenciada en Biología. “Fue una tesis bastante curiosa en cuanto a cómo me involucro dentro del IVIC, que ese era mi sueño, porque realmente estar en el IVIC forma parte del sueño de muchos de los científicos del país. Ese instituto es el referente nacional, y también un referente internacional en cuanto a la ciencia y la tecnología. Llego al IVIC a través de una profesora que me animó muchísimo en la Universidad de Oriente, la profesora Zaida Durán, investigadora jubilada y docente de la Universidad de Oriente, que a través de sus clases en Fisiología Celular me inspiró. Ella nota en mí ciertas habilidades, ciertas aptitudes, curiosidad. Hace ese contacto con investigadores acá, amigos, conocidos del área, y me hace esa oferta académica. Me vengo bastante entusiasmada, no solo por estar en el IVIC, pero también era porque tenía esa cercanía de estar en casa, porque vivía en La Guaira, y del IVIC a La Guaira era un salto. Ahora soy profesional de investigación del IVIC, en el Centro de Biotecnología Agrícola, Laboratorio de Sanidad Animal”. –Después de haber recibido clases en primaria, secundaria y en la universidad, ¿cómo se siente estar del otro lado, es decir, dando clases? –Después que uno termina un proceso de formación creo que ese proceso continúa a lo largo de la vida, sobre todo quienes nos dedicamos a hacer ciencia, porque es un proceso de actualización. Nuevamente vamos a las aulas porque es parte del trabajo de dejar ese legado, esa formación en esta población que va en crecimiento. Nos satisface dejar esa experiencia propia que hemos tenido y las actualizaciones que vamos teniendo a lo largo del camino en las aulas de esa nueva generación. –Eres investigadora del IVIC. ¿Cómo llegas a la Universidad de las Ciencias? –La conexión en la Universidad Nacional de las Ciencias nace por una convocatoria que se genera en la construcción de las mallas curriculares, de las carreras de la nueva universidad. La doctora Rosalva Rodríguez, que es la investigadora con la que trabajo, me convoca y me invita a formar parte de este equipo en el desarrollo de la malla curricular de Biotecnología. Y yo acudo al llamado, totalmente emocionada, activa, presta a trabajar, y culminamos esa tarea. Pero cuando creíamos que habíamos cumplido con ese objetivo, que era esta primera parte, comienza esta segunda parte, que es participar como docente dentro del espacio de profesores de la Universidad Nacional de las Ciencias. Y aquí estoy en este momento. Estoy impartiendo clases en el tópico especial de Biotecnología, con estudiantes que no solo van por esa carrera; hay estudiantes de Biomateriales, de Electromedicina, de Ciencias Moleculares, y hay estudiantes de Ingeniería Artificial que también se han inscrito en este tópico, tienen curiosidad por la Biotecnología. –Aquí no había una Universidad de las Ciencias, sino facultades de ciencia en las universidades. –Sí, la ciencia, por lo general, se estudia en facultades dentro de las universidades. En la Universidad de Oriente no existen facultades, sino que existen las Escuelas de Ciencia, porque esa Universidad está dividida en distintos núcleos a lo largo del Oriente del país. En mi caso, yo estaba en el Departamento de Biología en lugar de estar en la Escuela de Biología. La Universidad Nacional de las Ciencias pasa a ser, para nosotros, un nuevo salto, un salto de verdad, o una oportunidad para todos aquellos estudiantes o para todas aquellas personas que tienen curiosidad por la Ciencia, que se quieren dedicar y hacer de la Ciencia su vida, porque realmente escoger una carrera científica significa hacer de esto tu vida. –¿Y qué significa ser fundadora en la docencia en la Universidad de las Ciencias? –En mi experiencia personal es, de verdad, bastante satisfactorio, bastante grande, y es un reto, porque es sentar bases, es también formar, estructurar lo que vamos a dejar para las generaciones de relevo. Es una responsabilidad bastante grande para nosotros como fundadores, porque todas estas carreras están diseñadas en la parte curricular, todo lo que es el desarrollo del contenido de las asignaturas. Tenemos que dejar una huella importante en la carrera para el desarrollo en los próximos años. –Los niños y niñas de los Semilleros Científicos tienen aquí una gran oportunidad para desarrollar sus carreras. –Los Semilleros Científicos se han venido desarrollando en distintas poblaciones, distintas regiones, ciudades del país, y cada día se ha ido incrementando el número de niños y niñas que se han ido incorporando a este programa. También la Universidad de las Ciencias Humberto Fernández-Morán, viene a ser como una oportunidad más para los que están en el Semillero Científico, porque saben dónde pueden terminar su carrera. La Universidad de las Ciencias en este momento pasa a formar parte entonces de la continuidad, de la formación de estos niños y niñas del Semillero Científico y de los del grupo de robótica del país. Ellos tienen allí el camino, dan continuidad a eso que han iniciado, que han comenzado a traer esta formación previa que han tenido en el bachillerato. La universidad forma jóvenes en la carrera de Robótica y Automatización, también con la de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial. Prensa La Inventadera
UNC y Centro UNESCO-ICHEI establecen alianza estratégica
En un paso decisivo hacia el desarrollo e internacionalización de la educación universitaria venezolana, la rectora de la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC),Gabriela Jiménez Ramírez, suscribió un Memorándum de Entendimiento con el Centro Internacional para la Innovación en Educación Superior (UNESCO-ICHEI), con sede en Shenzhen, China. Este acuerdo marca un hito en las relaciones académicas entre ambos países y se enmarca dentro de la asociación estratégica “A Toda Prueba y a Todo Tiempo”, establecida en 2023 por los Presidentes Nicolás Maduro Moros y Xi Jinping, la cual prioriza la cooperación binacional en ciencia, tecnología y educación como pilares fundamentales para el desarrollo soberano. La alianza con la UNC representa una oportunidad estratégica para potenciar la formación de profesionales y científicos con pensamiento crítico, enfoque innovador y profundo compromiso con la transformación social del país. Además, contribuye al fortalecimiento institucional de la UNC como universidad de referencia internacional, con orientación hacia la independencia tecnológica y la sostenibilidad en áreas prioritarias para el desarrollo. El memorándum firmado permitirá la ejecución de programas conjuntos de formación avanzada, movilidad académica, cooperación digital, asesoría técnica e innovación educativa. Para la rectora Gabriela Jiménez Ramírez, este vínculo no solo estrecha la relación entre dos pueblos, sino que construye las bases de una nueva arquitectura del conocimiento, donde el saber se convierte en instrumento de soberanía y liberación. El acuerdo refuerza el papel de Venezuela en los escenarios internacionales de cooperación educativa, al tiempo que posiciona a la UNC como un actor estratégico dentro del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, en sintonía con sus objetivos que, entre otros, busca fortalecer las capacidades de investigación y desarrollo en diversas áreas del conocimiento. El UNESCO-ICHEI, centro de categoría II es reconocido por su enfoque innovador en la educación superior, y opera desde la Universidad de Shenzhen, una de las 30 mejores casas de estudio de China según la revista científica Nature. Fundado en 2016, el ICHEI se ha consolidado como una plataforma de intercambio técnico y cooperación internacional, con impacto en los países del Sur Global. Prensa UNC – YA
Venezuela ampliará relaciones estratégicas en ciencia y tecnología en Shenzhen
La agenda de trabajo de la delegación de Venezuela para ampliar las relaciones estratégicas en materia de ciencia y tecnología, continúa este martes en la ciudad de Shenzhen, República Popular China. Esta delegación es liderada por la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, en compañía del viceministro para el Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, Raúl Hernández, y la viceministra de Investigación y Generación del Conocimiento Científico, Carmen Virginia Liendo. En su canal de Telegram, la ministra escribió: “Llegamos a Shenzhen, una de las ciudades más importantes del mundo en las últimas décadas en materia de ciencia y tecnología, y reconocida por ser una zona económica pionera”. La ministra Gabriela Jiménez Ramírez agregó que esta visita es “una oportunidad estratégica para el fortalecimiento de las relaciones bilaterales que mantenemos con la hermana República Popular de China y el impulso del desarrollo nacional”. En esta importante ciudad, la delegación fue recibida por Gu Ting, vicepresidente Ejecutivo de la Asociación del Pueblo de Shenzhen para la Amistad con el Extranjero. “Durante nuestra estadía en Shenzhen ampliaremos nuestra agenda de trabajo con el propósito de fortalecer el desarrollo de Venezuela, especialmente en las áreas de la ciencia, la tecnología y la educación”, explicó y recordó que Venezuela continuará “avanzando con visión de futuro y compromiso con el bienestar de nuestro pueblo”, expresó. Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, y de China, Xi Jinping, mantienen una gran alianza de trabajo y respeto que se impulsa con la Asociación Estratégica a Toda Prueba y Todo Tiempo, para ampliar políticas en materia de comercio, ciencia, tecnología, agricultura, educación, entre otras áreas esenciales para el bienestar de ambas naciones. Mincyt / Prensa: VG/ Fotos: AAF.
China | Países del mundo analizan avances para una gobernanza global sobre IA
Este sábado, la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología de Venezuela, Gabriela Jiménez Ramírez, participó en la Conferencia Mundial de IA 2025 y la Reunión de Alto Nivel sobre Gobernanza Global de IA, que se realiza en la ciudad de Shanghái, República Popular China, con la presencia de más de 40 países. En declaraciones al canal teleSUR, comentó que este encuentro permite analizar las políticas que se deben generar para el desarrollo de las nuevas tecnologías, entre ellas la Inteligencia Artificial, teniendo en cuenta sus aportes y principales retos éticos para la vida. Al respecto de las propuestas realizadas desde hace varios años por el gobierno de la República Popular China de avanzar hacia una gobernanza global de la IA, la también vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, manifestó que para lograrlo es necesario avanzar hacia la democratización del conocimiento. Puso como ejemplo, que el gigante asiático presentó en este encuentro una plataforma compartida en Inteligencia Artificial para la atención de desastres naturales, lo que es esencial para atender situaciones de contingencia de los pueblos afectados por estos fenómenos, aún más cuando el mundo vive una nueva realidad climática. “Parte de la construcción de la solidaridad no pasa solo porque es un elemento tecnológico, sino es un tema de construcción de comunidad, de un conocimiento compartido y de construir la complementariedad necesaria para que la ética premie el ejercicio de la vida», sostuvo. Mencionó que la ciencia y la tecnología son un territorio en disputa, donde es necesario abogar por datos y estándares abiertos para que “todos los pueblos tengamos acceso. Nos estamos enfrentando hoy a la construcción de un nuevo modelo civilizatorio potenciado por la ciencia y la tecnología”, refirió. Además, recordó que hace tres años, los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), suscribieron un acuerdo de ciencia abierta destinado a potenciar las capacidades en materia de ciencia de los datos en Inteligencia Artificial y, adicionalmente, los países miembro de la ALBA-TCP crearon y aprobaron la constitución de un Centro de Investigación en Ciencia e Inteligencia Artificial que permita potenciar las capacidades regionales. “Para América Latina y el Caribe tenemos un desafío formar 2 millones de profesionales al 2030, que puedan promover el desarrollo de capacidades propias, la gestión de la infraestructura tecnológica, la planificación de las plataformas que requerimos desde la educación, la salud, el transporte, las finanzas, pero que sobre todo contribuya a la paz y al desarrollo equitativo y justo de nuestros pueblos”, ratificó. Mincyt/ Prensa: VG / Fotos: AF.